sábado, 31 de marzo de 2007

ICONOS TEMAS

Una materia espiritual

Pese a todas las directrices, no hay ningún icono pintado de la misma manera. Hay diferencias de matiz, más fuertes o más finos y delicados, que le otorgan a cada cuadro un encanto especial, ofreciendo la firma del pintor o de la escuela a la que pertenece el icono.

Para el creyente ortodoxo, el icono es una ventana en el límite de nuestro mundo y del Más Allá. El icono lleva en sí la energía eterna del tema representado, sume con su encanto al ser humano en un torbellino desencadenado de ilusiones por sus plegarias dirigidas al icono… Es como un auténtico milagro que hechiza al espectador, aunque al principio solamente se halle interesado en los aspectos estéticos y artísticos del icono.

Iconos como los de la Virgen Hodigitria, la Virgen de Grusinskaia, La Cena, Mandylion, San Juan Crisóstomo o Santa María de Egipto, llenan el espíritu de quien los ve y admira de una inefable dulzura, de una gracia singular, elevándole a las cimas más altas de la espiritualidad más acendrada.

Es como una aproximación a la gloria… Es un canto seráfico entonado por las imágenes representadas en los iconos orientales, como hijos de la iglesia ortodoxa rusa y griega.

Teología del icono

Ante todo, es necesario subrayar la complementariedad entre la palabra revelación y la imagen sagrada. Lo que la palabra lleva al oído, la imagen lo lleva a los ojos y lo muestra haciéndolo accesible a la naturaleza humana. Es una idea del gran defensor de los iconos, San Juan Damasceno, el cual defendía el carácter popular de la iconografía con estas palabras:"Lo que es la Biblia para las personas instruidas, lo es el icono para los analfabetos, y lo que es la palabra para el oído, lo es el icono para la vista".

La imagen es un sacramental de la iglesia; la Iglesia bendice la imagen para que tenga una fuerza expresiva en la gracia y la presencia que comunica. Si la imagen es auténtica, tiene que ser bella, expresiva y teológicamente exacta para que pueda representar el misterio o la imagen de una persona.

La imagen es recuerdo/memorial, lugar de encuentro de miradas y presencias, es posibilidad de contemplación, es estímulo para la imitación. Hay una relación entre palabra e imagen. Pero hay también dentro de la liturgia una relación entre Eucaristía e imagen. La imagen de cada fiesta representa lo que la Eucaristía nos ofrece. Así la imagen nos ayuda a mantener viva la gracia de la comunión eucarística que nos presenta el misterio.

El icono visibiliza el don que nos hace la Eucaristía. Porque la Eucaristía es la máxima presencia de Cristo y la expresión más alta de la comunión de los Santos. En este sentido las imágenes del templo revelan la plenitud de lo que en él se realiza por la celebración del misterio eucarístico.

Todo icono, para que pueda ser venerado por los fieles, tiene que tener tres cualidades de las que sólo la iglesia puede dar garantía:

Verdadera, en cuanto sus rasgos tienen que corresponder exactamente a la palabra que la ilumina y que la imagen misma visibiliza.

Milagrosa, en cuanto hace ver las maravillas de Dios, aunque a veces se trata también de una imagen que tiene la cualidad carismática de ser una fuente de gracias sobrenaturales y de manifestaciones milagrosas.

A-cherópita, en cuanto que no tiene que responder a una obra simplemente humana, hecha por manos de hombres, sino "no hecha por mano de hombre", inspirada por Dios a través de la mediación de su palabra y la tradición de la Iglesia.

Tipos de iconos

Iconos de Cristo

Ante todo recordemos los iconos del rostro de Jesús. Entre ellos los más clásicos, como el que representa el Mandylon o rostro impreso en el lienzo del criado del Rey Abgar de Siria y otras imágenes a-cherópitas, no hechas por manos de hombres, con importantes semejanzas con la Sábana Santa de Turín.

Son muy comunes los iconos de Cristo, el Enmanuel, en un círculo de gloria rodeado de Ángeles, bendiciendo con su mano derecha y con el rollo de las Escrituras en la mano izquierda, con un rostro adulto que quiere indicar que es la Sabiduría eterna del Padre.

Hay cantidad de variantes en los iconos del Cristo Todopoderoso, el que todo lo conserva y sostiene con su poder. Es una imagen majestuosa que preside el ábside o está en la cúpula de las iglesias, como signo de su presencia en medio de los fieles y de su parusía. Es el Señor lleno de majestad que con una mano bendice y con la otra tiene un libro o el rollo de la Escritura. en el libro abierto se pueden ver diversas frases evangélicas. Variantes de esta imagen pueden ser la de Cristo Juez en un trono de gloria, o Cristo en la Deesis o solemne intercesión de los santos.Estas imágenes siempre se suele poner el nombre de Cristo en su iniciales griegas JC (Jesous) XC (Xristós). La aureola de Cristo tiene a veces la silueta de la cruz, y en la parte superior y a los lados las letras griegas O W N (O, OMEGA, N) que significan Yo soy el que soy y que traduce la fórmula de revelación divina del libro del Éxodo (3, 14) y del Evangelio de San Juan: Yo soy...

Entre los iconos de los ministerios de la vida de Cristo cabe destacar entre los principales:El icono de la Navidad, con una serie de detalles en los que con frecuencia se pinta la adoración de pastores y también de los magos.

El icono de la Presentación del Señor en el templo o Hypapante, encuentro de Cristo con su pueblo.Son también comunes los iconos del Bautismo, de la Transfiguración, y de la resurrección de Lázaro.

Entre los episodios de la Semana Santa se representan en varias formas iconográficas: la entrada de Jesús en Jerusalén, la Cena, la Crucifixión, la Deposición en el sepulcro y la Sepultura.Del ciclo de la resurrección tenemos ordinariamente la Resurrección, el Descenso o bajada a los infiernos, y el icono de las Mujeres ante el sepulcro. También Cristo resucitado en el cenáculo en medio de sus discípulos o icono de la incredulidad de Tomás.

Finalmente tenemos el icono de la Ascensión del Señor a los cielos y el icono del misterio de Pentecostés.

Iconos de la Virgen Maria

La prohibición del Antiguo Testamento es levantada por el Cristo, a través de sí mismo, su cuerpo y los miembros de su cuerpo: su madre y sus santos amigos. Glorificando los iconos de "los amigos de Dios" San Juan Damasceno subraya la deificación integral de la naturaleza humana.

En la persona de San Lucas el icono encuentra su origen apostólico: al icono aquiropoeta se añaden los primeros iconos de la Virgen pintados por San Lucas. Nada nos ha quedado de sus obras pero los iconos llamados de San Lucas serían imágenes de sus antiguos prototipos desaparecidos. Diversos textos litúrgicos evocan el recuerdo de estos iconos. Cuando la Virgen aún vivía, San Lucas se habría consagrado un icono que recibió gracia y bendición de su modelo:

"Cuando por primera vez tu icono fue pintado por el anunciador de los misterios evangélicos y fue traído a tu presencia para que tú lo reconocieras y lo confieras. El poder de salvar a cuantos te veneran, tú te alegraste: tú que eres misericordiosa y has procurado nuestra salvación, tú fuiste como la boca y la voz del icono... Tú dices con autoridad: "Mi gracia y mi fuerza están con esta imagen". Y nosotros creemos verdaderamente que tú has dichos esto, reina nuestra, y que tú estás con nosotros por medio de esta imagen ..."

El icono titulado San Lucas pintando el icono de la Virgen con el Niño nos relata este episodio de la vida del evangelista. El modelo clásico muestra al iconógrafo, pincel en mano, sentado ante el caballete sobre el que está colocado el icono de la Virgen con el Niño. Una concepción iconográfica más narrativa añade otros personajes a esta escenografía: la Virgen de pie lleva al hijo divino y posa para el pintor. Frente al caballete, Lucas recibe la inspiración de un ángel que le cubre con sus alas.

Modelo del contemplativo, María es la expresión de la santidad, "límite de lo creado y lo increado" (san Gregorio Palámas). La individualidad más concreta encarna la deificación de la naturaleza humana. "Tu luz resplandece en el rostro de los santos" canta la Iglesia de Oriente.

De un icono a otro, los rostros son "transformados a su misma imagen de gloria en gloria como movidos por el Espíritu del señor". Para la Iglesia de Oriente las imágenes de los santos hacen visible el camino ofrecido al hombre para consentir y participar el la acción divina: más que una pía representación, el icono es el "canal de gracia" que ilumina y santifica a cuantos lo contemplan.

Las imágenes de la Virgen Madre de Dios son innumerables. Todas son representaciones de la Virgen, en sus episodios evangélicos o en sus títulos teológicos. Pero hay innumerables iconos que tienen su origen en una aparición, en un milagro, en la veneración que se tributa en un santuario.

La representación más común es la de la imagen de la Theotókos o Madre de Dios con el Niño Jesús en su brazos o en su seno. tiene esta imagen diversos nombres teológicos, por la expresión de su rostro, por la relación de la Madre con el Niño que lleva en sus brazos.

La Virgen Odighitria, la que indica el camino, nos presenta a Jesús señalando que es Él el camino.la virgen Galattotrefoussa, la que alimenta con la leche de su pecho al Niño.

La Virgen Kyriotissa, o Señora, porque tiene el Niño entre sus rodillas cono sentado en un trono.

La Virgen Panaghia, o Toda Santa, porque, recubierta con un manto rojo que indica la santidad del Espíritu Santo, expresa la plenitud de la santidad externa e interna.

La Platytera, que contiene el Incontenible, o Inmensa que contiene el inmenso.

La Virgen Orante, con las manos en oración y el Niño Jesús en un círculo de gloria.

La Virgen Psychosostria, que salva nuestras almas.

La Virgen de la pasión, conocida en Occidente como la Virgen del Perpetuo Socorro, con los ángeles que llevan los instrumentos de la pasión y el Niño que mira asustado hacia el futuro que le espera.En ti se alegra..., es un icono que recuerda una antífona que se reza en Oriente después de la consagración eucarística.

La Virgen Consuela mi pena representa a la Madre de Dios que consuela las penas de los fieles.

La Virgen de la Deesis, o Intercesión, con una humilde actitud de oración y de firme intercesión ante su Hijo por la Salvación de todos.

Entre las imágenes de la Virgen en sus misterios recordamos: La Concepción de Joaquín y Ana que representa a los esposos delante de la puerta del templo de Jerusalén, la Natividad de la Virgen, la Presentación de la Virgen en el templo, la Anunciación de la Madre de Dios y la Visitación de la Virgen a su prima Isabel.

El icono de la Dormición o Koimesis presenta a la vez a la Virgen dormida y recibida por el Señor en la gloria.

Iconos de los ángeles y de los santos

Los ángeles se pintan siempre con gran belleza, dignidad y majestad, solos o en los iconos de los misterios del Señor y de la Virgen Maria.

Los santos se pintan cada uno con sus características iconográficas, como son la barba, algún rollo en sus manos, los mártires con los trofeos o instrumentos de su martirio.

Sobre todo existen muchos iconos de los santos tradicionales de Oriente (Jorge, Nicolás, Parasceva, Elena)

El icono en la tradición familiar

Los iconos están también en la casa de los fieles, como signo de continuidad entre la liturgia y la vida, entre la asamblea litúrgica y la iglesia doméstica.

Se conservan en un pequeño ángulo, que los rusos llaman ángulo de la belleza o Krasnoj ugol, y es un pequeño santuario doméstico en la habitación de cada familia, lugar donde se juntan para la oración. Las luces hacen que se sienta como ángulo lleno de una inefable presencia.

Cuando uno se bautiza se le regala el icono del Santo patrón; a los que se casan se les da su icono para que presida la nueva familia.

En las manos del difunto se le pone también el icono de su devoción.

Hay pequeños iconos portátiles que son una compañía misteriosa en la peregrinación o en el camino, especialmente de esos que se llaman Strannik, peregrino.

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